¿Hiperactividad o necesidad natural de moverse?

04.02.2021

Regresamos en Crianza con Conexión con un interesante artículo de Mona Delahooke sobre la importancia de mirar más allá de los comportamientos, de no apresurarnos a la hora de poner una etiqueta diagnóstica (TDAH o hiperactividad, en este caso) y de ayudar a los niños a apreciar y valorar su conexión cuerpo-mente y sus diferencias individuales. 

"Rodney pertenece a una familia de atletas, por lo que no era sorprendente que fuera activo físicamente cuando era un niño pequeño. Alto y fuerte, gateó poco antes de aprender a andar y a correr.

Rodney floreció en preescolar, donde los niños podían moverse libremente entre el espacio exterior y el aula. Pero en la escuela la historia fue diferente. De repente, sus maestras esperaban que permaneciera sentado y quieto hasta 30 minutos seguidos, una tarea prácticamente imposible para un niño que necesita moverse. Pocos meses después, la maestra convocó una reunión con los padres de Rodney para expresarles su preocupación por el "excesivo" movimiento de Rodney. 

Incómodos, le comentaron a la maestra que ellos habían sido tan activos como su hijo cuando tenían su edad. Pero aún así, los administradores escolares mostraron preocupación porque Rodney estaba exhibiendo signos de TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad) y por el hecho de no poder seguir instrucciones.

A veces, identificar problemas tempranos es necesario y útil para apoyar a los niños, especialmente cuando tienen un diagnóstico de TDAH, ya que problemas crónicos de comportamiento e impulsividad pueden ser señales de estrés tóxico en un niño, según indica la pediatra, escritora y experta en trauma Dra. Nadien Burke Harris.

Pero el deseo de moverse físicamente en un niño no siempre refleja un trastorno, y las diferencias en el movimiento son sólo una parte del amplio cuadro clínico del TDAH. A veces es debido a una diferencia individual - una preferencia natural basada en la constitución del niño. Muchos niños como Rodney simplemente necesitan mover sus cuerpos más de lo que los espacios educativos permiten. Pero los colegios a menudo intentan entrenar a los niños para inhibir esa necesidad de movimiento. 

En lugar de intentar cambiar de entrada al niño o su comportamiento, tenemos la opción de superar nuestras expectativas y creencias acerca de los comportamientos, incluyendo aquellas que tienen que ver con el movimiento. 

Mi mentora, la Dra. Serena Wieder, junto a su colega el Dr. Stanley Greenspan presentaron en los años 70 la idea radical de que seguir la iniciativa del niño y usar nuestros poderes de observación puede ayudarnos a apreciar comportamientos atípicos por lo que nos comunican acerca de las diferencias individuales del niño. Este enfoque contrastaba profundamente con lo que aprendí durante mi carrera universitaria en psicología - que los comportamientos más atípicos eran síntomas de un diagnóstico que requería tratamiento. Recientemente, el trabajo pionero de Elizabeth Torres en la Universidad de Ritgers está arrojando nueva luz sobre las diferencias en cuanto al movimiento en los niños autistas.

A menudo halagamos o recompensamos a los niños que pueden permanecer sentados durante largos períodos de tiempo, lo que inadvertidamente podría mandar mensajes de inferioridad a los niños que no pueden hacerlo. Estos mensajes pueden servir a los objetivos de la educación grupal, pero menoscaba la capacidad del niño para apreciar las inclinaciones naturales de su cuerpo y respetar sus diferencias individuales.

Cuando insistimos en que los niños pequeños hagan cosas para las que sus cuerpos no están preparados - como permanecer sentados - podemos afectar al desarrollo de su auto-percepción. Por ello, es tan importante considerar los beneficios y costes de etiquetar negativamente las inclinaciones naturales de un niño. Eso no significa que debamos aceptar pasivamente cualquier tipo de comportamiento, sin importar lo disruptivo que sea. Significa que debemos observar más y criticar menos. Deberíamos darnos cuenta de que los comportamientos son adaptaciones sanas y de que el movimiento puede ayudar a los niños a adaptarse a su entorno cuando están estresados. 

En caso de que estés preocupado porque tu hijo o un niño con el que trabajas necesita apoyo con sus diferencias madurativas, resultaría esencial realizar una evaluación profesional. Para llevar a cabo un tratamiento, recomiendo profesionales que trabajen con el entorno del niño, incluyendo al pediatra o el psiquiatra, y que estén familiarizados con enfoques basados en el desarrollo y las relaciones.

Creo que podemos ampliar nuestra comprensión de las diferencias y necesidades de movimiento en los niños si reconocemos el valor de la conexión cuerpo-mente del niño y de los comportamientos que la acompañan - lo que a menudo permiten al niño darse cuenta de su regulación fisiológica y emocional. Al hacerlo, transmitiremos a los niños el mensaje de que no tienen por qué avergonzarse de sus diferentes necesidades de movimiento, y enseñaremos a sus pares lo que es la tolerancia y apreciación de la neurodiversidad humana."

Puedes encontrar el artículo original en inglés de Mona Delahooke aquí. 


Sobre Mona Delahooke

Mona Delahooke es doctora en psicología con más de 30 años de experiencia en el acompañamiento a niños y familias, y miembro senior de la Fundación Profectum, organización dedicada al apoyo de familias de niños, adolescentes y adultos neurodivergentes.

Además de haber dedicado su carrera profesional a promover un enfoque compasivo basado en las relaciones y la neurociencia, es la autora de un libro imprescindible que están teniendo una excelente acogida en Estados Unidos y que ya ha sido publicado en español, "Más allá de la conducta: cómo usar la neurociencia y la compasión para entender y solucionar las dificultades conductuales de los niños.".

Como para mí Mona es una autora de referencia, cuyo enfoque y propuestas han impactado profundamente mi labor profesional y mi maternidad, he solicitado su permiso para ir publicando en español aquellos artículos de su autoría que me parecen más relevantes y que complementan los artículos de este blog.

Si te perdiste los artículos anteriores de Mona Delahooke, puedes leerlos en los siguientes enlaces:

"¿Disciplina para niños? Es hora de cambiar el enfoque

"La ira, el llanto y las rabietas protegen a tu hijo"

Crisis emocionales en los niños: posibles causas y cómo reaccionar


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